El instante en el que por primera vez vemos el mar en esta maravillosa ciudad es realmente mágico, sin importar la época o estación en la que viajemos. Por ejemplo, los que llegan a Mar del Plata en auto desde la Ciudad de Buenos Aires el “impacto” llegará al entrar a la Avenida Constitución, donde a lo lejos se puede divisar el océano y el conjunto de playas y costas en forma de semicírculo, junto a las construcciones y espigones tan representativas.
Los Atractivos de Mar del Plata
Lo mismo ocurre si se accede a través de la Avenida Colón, de las más cercanas al centro. Subiendo la lomada que desemboca en el Paseo Jesús Galíndez, la magia del mar aparece otra vez. Sin dudas es un momento imperdible, para los niños, los adultos o los ancianos. Es que Mar del Plata “enamora”, “maravilla”, “sorprende” por sus costas y sus aguas.
La inmensidad del mar es realmente digno de admirar en temporada alta, cuando se llena de turistas o bien, en el invierno, cuando se ven menos personas en la rambla y la mayoría son residentes de una ciudad que no descansa nunca. Los espigones y las escolleras de piedra permiten ampliar la superficie de los paradores en la arena y también ofrecer seguridad a los que disfrutan del mar en sus vacaciones. También es un sitio preferido por los pescadores y hasta los que quieren estar “un poco más cerca” del agua, ser golpeado por las olas y buscar algo de tranquilidad.
Cuando se camina por la peatonal San Martín, con la plaza a las espaldas y entre decenas de locales con recuerdos, juegos y restaurantes, podemos ver también el mar, desde algunos metros antes de cruzar la Avenida Peralta Ramos. Como si fuera que estamos “siguiendo el horizonte” o “nuestro destino”, las olas están allí esperándonos para recibirnos con los brazos abiertos.
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